La captación de agua de lluvia ha retomado nuevo auge con la crisis del agua en muchas zonas del mundo, originada por su escasez, elevado consumo, precio, y paradójicamente, desperdicio. A diferencia de otras tecnologías, como la desalación de agua de mar, su costo es mucho menor, con la condición de contar con precipitaciones pluviales suficientes. Además, es una solución que incluso puede ser realizada por cada familia. La captación de agua de lluvia es una tecnología que se ha practicado en el pasado todo el mundo, tanto en Europa, como América; baste recordar que las casas griegas, etruscas y romanas contaban con el “impluvium”, un estanque rectangular ubicado generalmente en el patio central y donde se recogía el agua de lluvia que escurría desde los tejados. El exceso de agua se almacenaba en una cisterna. La captación de agua de lluvia tiene aplicaciones no solo en las ciudades, sino también para viviendas rurales aisladas, pues resulta caro y difícil conectarlas a una red municipal de agua potable, además es útil para la producción agrícola en viveros.
JESÚS HIRAM GARCÍA VELÁZQUEZ.
Mstro. en Ingeniería Ambiental por la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Actualmente es Director de Ingeniería del proyecto Isla Urbana dónde desarrolla e implementa proyectos de aprovechamiento integral de agua que incluyen sistemas de captación de lluvia, con más de 7500 sistemas instalados en México.