Aunque, en los últimos 100 años Lago de Texcoco disminuyó drásticamente su tamaño por la desecación artificial, desde hace miles de años ha sido un humedal que permite la sobrevivencia de diversas aves residentes; así como, la llegada de otras aves acuáticas provenientes de otros países como lo son Estados Unidos y Canadá. Con el inicio de las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, los humedales y en especial el Lago artificial Nabor Carrillo, fueron desaguados poco a poco; ocasionando que las aves ya no tuvieran ese espacio, que por derecho histórico les pertenece. Tras la cancelación de esa megaobra, se abre el debate sobre cuál será el destino del lago de Texcoco y de qué manera se podría subsanar el daño ambiental que ocasionaron.
Dra. Patricia Escalante, es Bióloga, Maestra y Doctora en Ciencias por la UNAM. Investigadora del Departamento de Zoología del Instituto de Biología de la misma Universidad. Se especializa en genética y conservación de aves silvestres. Además es activista en la conservación del lago de Texcoco y su avifauna.