Por extraño que parezca, es posible pescar sin redes, ni anzuelos. Para ello, se pueden emplear “barbascos”. Los barbascos son plantas que contienen substancias químicas que son muy tóxicas para los peces y en mucho menor medida al ser humano, generalmente están en las raíces. Estas plantas se han usado desde hace miles de años por diversos grupos étnicos. Los primeros europeos que llegaron al continente americano observaron esta práctica en el Amazonas, la región Caribe, las Antillas, e incluso México. Las substancias que contienen los diferentes barbascos dieron lugar a industrias de productos tan importantes como insecticidas botánicos, antiinflamatorios y anticonceptivos.
Ricardo Reyes Chilpa. Biólogo por la Universidad Autónoma Metropolitana. Maestro en Ecología y Recursos Bióticos por el INIREB. Doctor en Ciencias por la UNAM, actualmente labora como investigador en el Instituto de Química. Investigador Nacional nivel 3 del CONACYT.
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